En La Casita de Carmen, creemos que educar es mucho más que enseñar. Es acompañar con amor, cuidar con responsabilidad y ofrecer un entorno donde cada niño y niña se sienta seguro, querido y respetado. Somos un centro infantil privado, pequeño en tamaño pero inmenso en compromiso, donde cada peque recibe una atención más individualizada y cercana.
Nuestro equipo está formado por educadoras altamente cualificadas que trabajan por vocación. Cada una pone su pasión al servicio de los niños, creando experiencias que estimulan el desarrollo integral desde el cariño.
La confianza entre familias y educadoras es clave para crear un ambiente familiar. Nos implicamos en cada etapa del crecimiento de los pequeños, trabajando en conjunto con respeto, empatía y complicidad.
Tratamos a cada niño/a como único/a, con ternura, responsabilidad y afecto. Queremos que crezcan felices, seguros y rodeados de estímulos positivos que les preparen para el mundo.
Al ser un centro pequeño y privado, podemos brindar una educación más individualizada. Conocemos a cada peque y adaptamos nuestras propuestas a sus ritmos, necesidades y emociones.
Lo
que queremos
transmitirle
a sus hijos
"Me siento seguro"
Aquí puedo explorar, preguntar y jugar sin miedo. Las educadoras me cuidan, me escuchan y me acompañan con cariño en cada paso.
"Me siento feliz"
Cada día hay colores, música, juegos y abrazos. Aprendo sin darme cuenta porque me divierto con mis amigos y con todo lo que descubro.
"Me siento en casa"
Aunque no esté con mi familia, aquí me reciben con sonrisas. Mi casita tiene rincones que me encantan, y personas que me hacen sentir especial.
"Me siento libre"
Puedo pintar, saltar, inventar historias o quedarme quieto si lo necesito. Aquí respetan cómo soy y me ayudan a crecer feliz.
Iluminamos el camino en el aprendizaje y el crecimiento
Actividades educativas
Nuestros programas se adaptan a las necesidades de cada niño. Mediante experiencias lúdicas y enriquecedoras, los ayudamos a desarrollarse emocional, social y cognitivamente.